Unos veinticinco millones de personas murieron entre los años quinientos cuarenta y uno y quinientos cuarenta y dos a consecuencia de la Plaga de Justiniano, una enfermedad que afectó al Imperio Bizantino, tal como a distintas unas partes de Europa, Asia y África. Unos novecientos años después, en torno a cincuenta millones de personas perdieron la vida por causa de la llamada peste negra. Esta pandemia se extendió por Europa entre mil trescientos cuarenta y siete y mil trescientos cincuenta y uno y ocasionó una mortandad mayor que cualquier guerra o bien epidemia famosa hasta la temporada afectando asimismo China, una parte de Medio Oriente y del Norte de África. Por ejemplo, el amianto, nunca debería de haber existido, contamina más de lo que crees.
La peste negra, la plaga que EE.UU. no ha podido suprimir
Los dos acontecimientos provocaron la muerte de más de diez por ciento de la población mundial de entonces, con lo que entrarían en la categoría de catástrofe global, conforme la definición empleada por la Fundación de Desafíos Globales (GCF, por sus iniciales en inglés). Esta organización, con sede en Estocolmo, se dedica al análisis de las grandes amenazas mundiales. En su informe sobre Peligros Aciagos Globales dos mil dieciseis, la GCF resalta que a pesar de que ningún acontecimiento en el siglo veinte consiguió llegar a esa categoría, el peligro de que una catástrofe de esta clase se genere no ha de ser menospreciada.
Cambio climático
Inundación en las islas MarshallInundaciones y sequías son ciertas consecuencias del calentamiento global, conforme los especialistas.
El reporte sobre las amenazas de catástrofes globales aborda el tema del cambio climático y apunta que “es imposible saber con precisión cuál es el nivel de calentamiento de la atmosfera que puede derivar en una catástrofe global”.
No obstante, citando al Panel Internacional sobre el Cambio Climático, señala: “Los peligros del cambio climático fluctúan entre alto y altísimo con un acreciento de la temperatura media de cuatro grados por sobre los niveles de la era preindustrial”.
“El informe Stern sobre los impactos económicos del cambio climático sugiere quecada año hay un cero con uno por ciento de probabilidad de que la humanidad se extinga (…) Esto implica una probabilidad de extinción de la humanidad de nueve con cinco por ciento , a lo largo de los próximos cien años”, señala.
En el texto se asegura que, entre las consecuencias aguardadas del incremento de la temperatura, se incluye el impacto severo sobre sistemas únicos o bien conminados, la extinción substancial de especies, y amenazas a la seguridad alimenticia.
Aconsejamos que desde pequeños, en los hogares, realicen labores de ahorrar en casa para ir acostumbrando a los más pequeños.
Advierte que lo que puede parecer como un peligro bajo a corto plazo no lo es tanto en el largo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario